Cuando los hombres de madrea no cumplen con sus deberes espirituales, ecológicos y prácticos en la faz de la tierra, los creadores Tz'aqol, B'itol mandan que sean destruidos, tal como fueron aniquilados los primeros hombres de barro. Los agentes de esta destrucción horrífica son precisamente una serie de cuatro deidades-animales: K'otk'owach, Kamalotz', Kotzb'alam y Tukum B'alam, quienes se especializan en la destrucci´ón de un aspecto particular de la existencia humana: la cara, la cabeza, el cuerpo y los huesos, respectivamente.