La primera migración

Solapas principales

En 1524, los españoles, bajo el mando de Pedro de Alvarado y por orden de Cortés, invadieron el territorio situado al sur de México. Allí se encontraron con las poblaciones de los quichés, cakchiqueles, los indios mames y los zutujiles, todos eran descendentes de los mayas. Las semejanzas físicas y lingüísticas de estos pueblos indígenas de Guatemala demuestran el parentesco que las unen y apoyan teoréticamente el concepto de la unidad racial maya-quiché (Recinos, 17).

En Maya Postclassic State Formation John Fox revela cómo estas primeras poblaciones mayas, entre ellas los Xiu, Itza de Yucatán, o los Quiché y los Cakchiquel de Guatemala, manifiestan tratos comunes, tanto en los restos arqueológicos (en las cerámicas y en la arquitectura), como en las historias que transmitieron, en las cuales se hacen varias referencias a ancestros comunes. A través de migraciones y contactos con gentes indígenas, estas poblaciones se mezclaron adquiriendo un matriz cultural híbrido.

Durante sus estudios, varios arqueólogos se han preguntado si la mezcla y el desarrollo de estas primeras poblaciones y de sus idiomas hubiera ocurrido gradualmente in situ o rápidamente gracias a continuas migraciones. Según apunta Fox, este conflicto ideológico se basa en las comparaciones entre un “nuevo” y “antiguo” imperio maya. Diversas crónicas revelan cómo el nuevo imperio mexicano de la época postclásica fue caracterizado por varios fenómenos migratorios, mientras que el antiguo imperio de la época clásica parece distinguirse por una evolución local.

En cuanto a las migraciones históricas y mitológicas, véanse también el estudio de Davíd Carrasco y Scott Sessions, Mapa de Cuauhtinchan número 2.

http://www.dc-embassy-events.org/events/2016/6/2/mexican-american-scholar-david-carrasco-on-the-mapa-de-cuauhtinchan-numero-2.

Para ofrecer una explicación de las varias posibles dinámicas ocurridas para la formación de las poblaciones y lenguas mayas, se desarrollaron, según Fox, dos métodos de análisis: un “conjunctive method” y un “comparative method”. Mientras que el primero se enfoca en el estudio arqueológico de una determinada región, el segundo se basa en un análisis interregional. Carmack (1981, citado por Fox), sostiene que los Quiché estaban organizados en “segmentary lineages”. En sus estudios fronterizos, Thompson (1970, citado por Fox) revela cómo esta organización formada por linajes segmentados favorecía la colaboración entre varios linajes en la formación de ejércitos, recurso útil en un contexto migratorio caracterizado por la competición entre varias poblaciones al fin de obtener un territorio en el cual organizarse.

Los datos de los documentos coleccionados por Recinos, y revelados en la prefación a su obra, indican que las tribus guatemaltecas vivieron largo tiempo en la región de la Laguna de Términos y que, no encontrando suficiente espacio vital, la abandonaron y emprendieron una peregrinación total hacia las tierras del interior, siguiendo el curso de los grandes ríos que tienen su origen en las montañas de Guatemala: el Usumacinta y el Grijalva. De esta manera, llegaron a las montañas del interior donde se establecieron y propagaron aprovechando los recursos del país (Recinos, 18). Las zonas fronterizas se quedaban, por lo general, poco pobladas. Este aspecto puede ser explicado al considerar que, mientras las montañas representaban una forma de protección natural, las zonas de confines estaban más sujetas a encuentros bélicos y, como consecuencia, representaban un lugar peligroso e instable. 

El ológrafo del Popol Vuh presente en la Biblioteca de Newberry no presenta divisiones de contenido o de capítulos, lo que hace difícil orientarse en el texto. Por lo general, las ediciones populares han adoptado la organización introducida por Brasseur de Bourbourg en 1861 con el fin de facilitar los estudios comparativos. Como explica el escritor guatemalteco Adrián Recinos, en el manuscrito original el texto corre sin interrupción. Para facilitar la lectura del texto, el autor decide seguir la división de Brasseur de Bourbourg en cuatro partes y cada parte en capítulos al fin de conservar un ordenamiento lógico y conforme a la materia y el significado de la obra.

La tercera parte del Popol Vuh empieza con la creación de los primeros cuatro hombres reales, hechos de maíz: Balam Quitzé, Balam Akab, Mahucutah y Iqui Balam. Después de la creación de las primeras cuatro mujeres, todos los miembros del pueblo yaqui deciden migrar a la ciudad de Tulán. A este respecto, en una nota, Recinos apunta que “los Yaqui son los mexicanos, los antiguos toltecas, el pueblo Nauátl que, uniéndose a los mayas del sur fueron el origen de las naciones indígenas de Guatemala” (Recinos 110). El autor llama a los Yaquis “los sacerdotes” y “los sacrificadores” y estos mismos nombres les da en varios lugares a los jefes Quichés, como Balám-Quitzé. Estas poblaciones son muy numerosas y tienen en común el mismo idioma. En la edición se Recinos se lee “Así, pues, llegaron todos a Tulán. No era posible contar los hombres que llegaron; eran muchísimos y caminaban ordenadamente” (111).

Según contado en el Popol Vuh, una vez que las primeras poblaciones reciben el dios Tohil, empieza una gran obra de poblamiento y muchas ciudades son fundadas. “Mucho tiempo estuvieron es esta otra ciudad, donde tuvieron hijas y tuvieron hijos. Allí estuvieron en gran número, y eran cuatro los montes a cada uno de los cuales le dieron el nombre de su ciudad” (Recinos, 143).

La versión de Recinos del Popol Vuh termina de esta forma: “Y esta fue la existencia de los quichés, porque ya no puede verse el [libro Popol Vuh] que tenían antiguamente los reyes, pues ha desaparecido. Así, pues, se han acabado todos los del Quiché. Que se llama Santa Cruz” (162). Con estas palabras termina la historia de formación y desarrollo de la civilización Quiché, creada por los primeros hombres y las primeras mujeres y evolucionada a través de varias generaciones. Guerras, celos e incomprensiones lingüísticas dominaron la vida de estas primeras poblaciones, constantemente en búsqueda de un lugar donde establecerse y fundar un centro de poder político.