Rajawal Xib'alb'a
Solapas principales
The lords of Xib'alb'a are a group of deities. Within the group, each deity is paired with another lord, both having a specific combined way of killing or torturing humans. In turn, the pairs are ruled by two main deities: Wuqub’ Kame and Jun Kame. Anthropologists Dennis Tedlock (1996: 136) and Allen J. Christenson (2007: 162-63) maintain the parallelism of the naming of the lords of Xib'alb'a in a critical scene in which a mosquito, named X'an, bites all the lords on the Black Road. In this comical scene, the mosquito helps the hero twins uncover the hidden lords of Xib'alb'a by stinging them, causing them to cry out in pain, and forcing another lord to call the stung one by name. This scene demonstrates the pairing of each of the lords of Xib'alb'a: Jun Kame (One Death) and Vuqub’ Kame (Seven Death); Xikiripat (Flying Scab) and Kuchuma Kik’ (Gathered Blood); Ajal Puj (Pus Demon) and Ajal Q’ana (Jaundice Demon); Ch’amiya Baq (Bone Staff) and Ch’amiya Jolom (Skull Staff); Xik (Wing) and Patan (Packstrap); Kik’ Re (Bloody Teeth) and Kik’ Rixk’aq (Bloody Claws).
Christenson adds that there “is a definite hierarchy among the lords of Xibalba, exemplified by the order in which they are seated on the palace bench” (2007: 162). He extends this hierarchy in comparison to “traditional Maya confraternity houses…where, on ceremonial occasions, elders sit in the order of their authority” (ibid). Following this logic, Jun Kame seems to be the most authoritative lord. Interestingly, despite this noted hierarchy, the lords always speak in one voice. For instance, before the lords initially summon the hero twins to Xib'alb'a, they speak in this way: “rahaual xibalba apa china chiri mixutiquiba chic eꜩanem pacavi mapu quequixbic quenicnot vl oc”/ los SSes.Señores deel ín fíernoœesto díxeron: quíenes son estos q’que otra vez empezaron a jugar sobre nosotros, y no nos tíenen respecto” (22v).
Another cultural connection made by Christenson is the parallel between the “duties” of the lords of Xib'alb'a in the Popol Wuj as well as in contemporary K’iche’ communities, who “believe that illness is caused by various underworld lords” (2003: 117). Ruth Bunzel, an American anthropologist working in the mid-20th century, wrote about the concept of illness in the K’iche’ town of Chichicastenango as a single lord, writing, “If there is sickness in the house, no matter what, one burns incense each day for the Lord of Sickness” (1952: 145). She too interestingly writes of the lords of Xib'alb'a as a single person. She talks about the treatment for certain diseases and the K’iche’ words associated with them, such as “bloody dysentery (kiq);” (ibid: 144). This K’iche’ word has a significant attachment to the lords of Xib'alb'a, with kiq most likely being related to kik’, or blood, an extremely relevant bodily fluid in most of the lords’ manners of killing men.
Given the continued importance of these traditions, it is important to note the literal and cultural change of the lords of Xib'alb'a within the text. Christenson’s translation shows that Ajal Mes (Sweepings Demon) and Ajal toq’ob (Stabbings Demon) are replaced with Kik’ Re (Bloody Teeth) and Kik’ Rixk’aq (Bloody Claws) (2003: 116, 162-3). Despite this change, however, it is evident that the concept of blood, even if implicit, is present in the name of the changing lords (Colop 2008: 101, nota 53; Recinos 1953: 149; see also the note on p. 176), marking continuity in these changes.
As these examples suggest, the lords of Xib'alb'a are represented as shifting, dynamic spiritual figures within the text – figures who continue to inform contemporary and interconnected ideas of health, medicine, the body, and the spirit.
Los Señores de Xib'alb'a son una colección de seres divinos, quienes existen para matar a los hombres de varias maneras. Cada uno viene acompañado de otro Señor para que sus técnicas de tortura sean complementadas. Los dos Señores principales son Wuqub’ Kame y Jun Kame. En esta escena cómica, el mosquito Xan pica cada señor, haciéndolo gritar de dolor, y cuyo grito hace el señor a su lado nombrar el señor picado y preguntar porque grita. Este momento muestra la existencia dualista de los señores: Jun Kame y Vuqub’ Kame; Xikiripat y Kuchuma Kik’; Ajal Puj y Ajal Q’ana; Ch’amiya Baq y Ch’amiya Jolom; Xik y Patan; Kik’ Re y Kik’ Rixk’aq.
El historiador Allen J. Christenson (2007: 162-63) explica que de esta forma se nota una jerarquía clara entre los señores de Xib'alb'a, la cual se muestra en el orden que observan cuando están sentados en el banco del palacio. Él extiende esta jerarquía hacía las casas tradicionales de las comunidades mayas en las cuales ocasiones los señores y ancianos se sentarían de acuerdo con su autoridad durante sus ceremonias importantes. Aplicando esta lógica, Jun Kame parece ser el señor en la posición más alta. Esta autoridad es interesante tomando en cuenta que los señores siempre hablan con una voz, usando “nosotros” o “nos.” Por ejemplo, antes de que los señores inviten los hermanos a Xib'alb'a, hablan de tal manera: “rahaual xibalba apa china chiri mixutiquiba chic eꜩanem pacavi mapu quequixbic quenicnot vl oc”/ los SSes.Señores deel ín fíernoœesto díxeron: quíenes son estos q’que otra vez empezaron a jugar sobre nosotros, y no nos tíenen respecto” (22v).
Por su parte el historiador Roberto Romero Sandoval (2012: 9) agrega que la idea que los señores de Xibalba son responsables por las “enfermedades se conserva entre los mayas yucatecos coloniales, quienes piensan que el dios de la muerte es la culpable de enviar y expandir las enfermedades,” y también que “los tojolab’ales actuales creen que el dios del inframundo es el que concede a los brujos una tercer alma con la cual pueden hacer daño." Entonces parece que la relación entre los seres divinos y las enfermedades ha sido una parte integral de la cultura maya desde hace muchos siglos, y cuya presencia expandió y todavía sigue en las comunidades de hoy.
Dada la conexión contemporánea frente a la importancia de estas tradiciones, es necesario notar el cambiamiento literal y cultural de los señores de Xib'alb'a dentro del mismo texto. Según apunta el destacado lingüista k’iche’ Sam Colop (2008: 101n53), “Nótese aquí que los nombres de los Señores de Xibalba no son exactamente iguales con anterioridad. Ajal Mes y Ajal toq’ob son substituidos por Kik’ Re, “dientes sangrantes”, y Kik’ Rixk’aq, “garras sangrantes”. Colop cita a Adrián Recinos (1953: 149 nota de pie de página No. 176) quien dice: ‘Es verdad que entre uno y otro episodios media una generación y esos cambios son naturales…En la composición de todos estos nombres entra muy bien a propósito la palabra quic (sangre).”
Estos ejemplos muestran que los señores de Xib'alb'a son representados como personajes en movimiento, es decir, dinámicos y espirituales, dentro del texto – personajes quienes continúan a afectar ideas contemporáneas y conectadas sobre la salud, la medicina, el cuerpo, y el espíritu.